En la actualidad, el desarrollo de programas informáticos maliciosos cuyo objetivo es afectar de manera negativa el desempeño del sistema de nuestros equipos, extraer datos personales sin nuestro consentimiento y/o monitorear nuestro sistema indiscriminadamente, representa un problema constante y un "delito en materia de legislación informática" que atenta en contra del derecho a la privacidad de cualquier usuario.
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Existen diversas "clasificaciones" con respecto a este tipo de programas:
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Gusanos (worms), Troyanos (trojans), Bombas Lógicas (logic bombs), Bromas (jokes), Puertas de Acceso (backdoors), Espías, Sondas de Comunicación y Extractores de Datos (Spywares, Sniffers & Data Miners), Bombas para Correo (mailbombs), Secuestradores del Navegador (hijackers), Software Malicioso (malwares : dentro de los cuales se incluyen una tercera parte de todos los anteriormente mencionados), Paquetes de Destrucción y Deterioro de Procesos (rootkits: estos últimos iniciaron su actividad bajo Unix y actualmente aprovechan los procesos legítimos de cualquier sistema operativo para incrementar su nivel de daño y encriptación), Anuladores y Bloqueadores (nukers), Saturación del Sistema (jamming, flooding, spoofing: un ejemplo sencillo de esto es cuando se abren ilimitadamente ventanas del navegador hasta saturar la pantalla).
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La solución a este tipo de problemas consiste en tener instalado y actualizado en nuestro equipo algún antivirus de nuestra confianza, y además, contar con un detector anti-spyware como Malware Scanner, AVG Anti-Malware System o Ad-Aware Professional Edition que lleve a cabo revisiones programadas.
Un consejo importante es realizar respaldos periódicamente de nuestra información y observar si se presentan ventanas (pop-ups) ajenas a nuestro sistema, mismas que indican la presencia de software espía.
Por una cultura informática responsable y respetuosa.
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