La planeación de nuestros ingresos y gastos es algo que debemos cuidar para evitar contraer deudas innecesarias.Hay 3 reglas básicas que nos ayudarán a realizar esta planeación tan importante:
1) Definir el monto total de ingresos (ya sea personales o familiares)
2) Establecer claramente cuáles son nuestras necesidades a satisfacer y priorizarlas adecuadamente.
3) Calcular los montos mensuales para cada uno de los rubros de gastos.
Además, si comparamos mensualmente lo que programamos y lo que gastamos en realidad, obtendremos un indicador que nos permitirá controlar el desajuste de nuestro presupuesto.
Anotemos el o los números de las tarjetas de crédito (en caso de contar con ellas) y la fecha de corte de cada una, para evitar el cobro excesivo de intereses por parte del banco.
Contemplar una cantidad mensual determinada para tener un fondo de ahorro en caso de emergencias nos dará un grado de tranquilidad económica en caso de imprevistos.
El pago de servicios básicos como luz, agua, teléfono y gas deben priorizarse para evitar cortes innecesarios en los servicios.
Y finalmente los alimentos, el transporte, la compra de ropa y colegiaturas (en caso de tener hijos) deben analizarse y planear el gasto sin cometer excesos que solo nos ocasionarán estréss y preocupaciones.
La planificación de los gastos no es compleja si seguimos las reglas que nosotros mismos establecemos.
Y algo más, un trabajo rentable (como digo yo siempre) es aquel que te permite comer, transportarte y ahorra algo. Si no tenemos esto, cambiémos de trabajo a la brevedad por salud mental y financiera.
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